Just another Friday

Sales del trance. De golpe. Hechas un vistazo a lo que tienes delante. Estas haciendo un examen. Un examen de matemáticas. ¿Pero que son todas estas letras? ¿Qué estoy escribiendo?
No tienes ni idea de lo que estás haciendo y si merece la pena continuar. El bolígrafo aun está en tu mano listo para seguir escribiendo insensateces que harán perder el tiempo a tu profesor. Sigues parada. ¿Debería entregarlo y dejar toda esta farsa de he-estudiado-pero-poco? Una tos te sobresalta y escribes un rayajo debajo de lo que...¡Oh, pero si es una ecuación matricial! Me acuerdo de esta. Esta la hicimos en clase, era uno de esos ejercicios en los que tenías que hacer la traspuesta, múltiplicar, y...¿como se multiplicaba esto? Era como una red de lineas. Joder. Y este es el 4. Bueno pues nada. Volvamos al 2 que alomejor tengo una epifanía.
Recuerdo todos los ejercicios pero no exactamente como se realizan.

Que empiece el teatro. Señalo cosas en el papel mientras a la vez muevo los labios para hacer como que estoy hablando conmigo misma para llegar a la respuesta. ¿Pareceré convincente? ¿Qué hace Juan?
echas un ojo y Juan está detrás de la mesa del profesor de pie, mirando unos papeles.

Que luz más rara entra hoy, ¿no? Es como cuando está nublado porque fuese a llover, pero no es gris, es bastante claro. Oh, joder, va a llover. ¡Ah! estoy debajo de los fluorescentes. ¡Que despiste! Visito la parra, las nubes y babia en un plis plas. Yo y mis trances automáticos. ¡Eh! esto es una buena historia, debería escribirlo en el blog. Joder, me he vuelto a desviar. Venga, sigamos con el teatro.

Ahora me pongo medio de lado apoyada en el brazo y mirando el examen con el bolígrafo en la boca y cara de pensativa. Hummm. Sí, esa es buena.
Alguien ha preguntado que si se puede marchar. Juan ha respondido que cuando toque el timbre. Otro alumno pregunta cuanto queda.
-Quedan...15 minutos - responde el maestro.
¿¡No me jodas, quince!? ¡Pero si ya no sé que más escribir! Y eso que me he entretenido haciendo un cinco muy bonito dentro de un circulo perfecto. Suspiras. Oyes bolis escribiendo frenéticamente sobre el papel, pero cuando miras los demás también están pensativos. Bueno, ellos más bien reflexionando sobre las respuestas que han plasmado. ¡Venga, no jodais! ¡Si lo teneis bien!
Alguien cerca mia se levanta y entrega el examen. ¿Debería entregarlo yo ya? Bah, no quiero que Juan me diga nada. Mejor espero que suene el timbre y lo dejo y me voy corriendo. Tan solo quedan quince minutos - pienso irónicamente.
Inesperadamente la campana suena. Tardo unos segundos en reaccionar. Estoy muy espesa ultimamente. Seguro que mañana me hecho sal en el café o jabón en el cepillo de dientes. De eso hablamos antes. Bueno, no sé si quiera si me enteraría. Como ya dije, casi meto el azucarero en la nevera.

Ala, ahí tienes el examen Juan. Joder, ya vas a colocar todos los folios perfectamente. Que tiquismiquis. Que sepas que te oímos decir "¿Y estos son los listos?" Pues sí. Bien por ti por pensar que porque estamos en el bachiller de ciencias somos los inteligentes. Maldita gente y las ciencias. Ni futuro ni pollas. Yo no quiero ser útil para la sociedad. ¡Que os den a todos! Yo quiero vivir del cuento.

Mientras meto las cosas en la mochila observo a la gente. La mayoría ya no escribe sino que mira a su examen filosoficamente. Unos se rescan el lugar entre el cuello y la barbilla de lado a lado como si un tajo se quisieran meter para degollarse. Otros intentan, sin éxito, pellizcarse una perilla imaginaria. Los convencionales como yo reflexionan con el bolígrafo en la boca. También creo haber visto uno en el sien, en plan evaluatorio.

-Adiós - me despido con una sonrisa.
¿Que tal te ha salido el examen? - me preguntan.

Sonrio y contesto que mal, porque cuando te acostumbras a esto, ya no tienes ni ganas de llorar.

[ POV: Failing a Test ]

También. Por petición de Alba (Nyaaa!) Furry Friday. Y voy a dejar de contarlos, porque como veis. A mi las matemáticas no se me dan genial.