Recent Posts

domingo, 19 de diciembre de 2010

Pronombres demostrativos

Yo estaba ahí. Nosotros estábamos ahí. Tirados como dos perros callejeros sintiendo el frío en el cuerpo e intentando desesperadamente buscar el calor mutuo acercándonos cada vez más, sintiendo la carne helada del otro que al contacto se caldea. Yo pensaba en una canción que describiese mi estado de ánimo. Tú…yo, sinceramente, no sé lo que piensas tú. Quizás ahora nada, porque dormitas a mi lado dejándote llevar por mis caricias que no son más que el producto del instinto maternal o un repentino ataque de altruismo, pero me encanta. Me encanta coger un rizo tuyo y darle vueltas, pensar en el placer que te produce, en lo sumiso que te deja, y en esa respiración suave que no oigo por el sonido atronador de la música de esta discoteca tan rancia. Tu pelo es sedoso y el momento es deliciosamente plácido, y pienso que nunca me habría imaginado que alguien pudiese dormir en un garito. Ni a mi lado. Ni sobre mi hombro. Entonces escondo mi cabeza entre tu esponjosa melena y sonrío apoyándome contra ti mientras observo como la gente grita cánticos y baila a saltos alzando sus copas y derramando el contenido por el lugar. Yo también me estoy durmiendo.

En cierto momento te despiertas, notas el pelo sobre tu cara y abres los ojos como un gatito legañoso. Yo rezo para que te vuelvas a dormir y poder pasarme lo que queda de noche así tratando a la bestia que tan pacíficamente se duerme obviando las luces, el ruido y el frío.

Aunque el frío ya quedó olvidado cuando te sentaste a mi lado.

3 Comentarios.:

María A. dijo...

Me gusta cómo de un momento tan simple, puedes sacar algo así.

María A. dijo...

Aunque pensandolo bien, no es tan simple...

Anónimo dijo...

lo que yo queria, gracias