Carnaval

Reflexión sobre el carnaval.


No me gusta el carnaval. ¿Por qué?
Porque es el día en el que la gente se divierte fingiendo ser algo que no es. Les encanta ser monstruos, asesinos en serie, demonios, nazis... pervierten todo lo que estos representan, le quitan la esencia a las cosas.
La gente hace lo que yo hago todos los días. Y odio formar parte de una masa movida por una misma idea estúpida y que es casi obligatoria.
Lamentablemente este año yo también he formado parte de esa divertida idiotez.
En vez de disfrazarme como todos los días opté por un atuendo cutre, hortera y grotesco.
Fue un tanto liberador a la par que ridículo.
Me hubiese sentido mejor sin disfraz realmente, además de que el ambiente festivo me deprime.

Pensareis...¿y el cosplay? El cosplay no es una obligación de un día para todo el mundo, es la forma de adulación a un personaje. Es una convención social optativa para un grupo social determinado. No se pervierte nada, es la manera de demostrar nuestro amor a algo creado.
Sin embargo en carnaval cualquier cosa vale, algo que te deje enseñar un poco las piernas o el escote, es una excusa para los hombres para poder ponerse una medias y unos tacones sin que le miren mal.


Podreis pensar que este antifaz es bonito, pero no es nada comparado con el disfraz que diariamente puede llevar una persona.
Carnaval es para mí cambiar un traje muy elaborado por algo mediocre y mezclarse con la gente en un intento de parecer normal no siendo normal. Lo cual es paradojico.
Halloween viene a ser lo mismo pero centrandose en el genero de terror. En Carnaval y Halloween me dan ganas de no disfrazarme y ser la rara.
Prefiero llevar un antifaz cada día y esos días quitarmelo. Así al gente vería realmente lo que es un buen disfraz terrorifico. La realidad.
La cara humana, una especie que ha hecho verdaderas perrerías. No me extraña que queramos algun día para ser un monstruo, nosotros somos los más monstruosos.